domingo, 6 de abril de 2008

NIÑO ANTROPOIDE


Sábado de ruidoso néctar, de magueyes, de tlachique, de jugos helados de cebada fermentada… Niño antropoide que sin abandonar su tradición simiesca mira a los ojos del otro lado de su jaula, fijando su atención mas allá de los barrotes autoimpuestos, trata de articular palabra, de analizar el camino andado y vuelve atrás sobre sus pasos: revira, cuestiona, propone sin disponer.

No existe indulto lunático, tampoco mas rencores que de hilachos explotan, no mas suspiros extramuros, no mas micos de cilindrero limosnero (sic), no mas changuitos con manitas de piedra.

No hay comentarios: