LA CAJA LOBOTOMIZADA

Los últimos días nuestro país ha debatido fuertes polémicas producto quizá (ahora si) de una imberbe democracia, La Suprema Corte de Justicia es una de las pocas instituciones que conserva su credibilidad, pues ha permanecido firme frente a evidentes y fortísimas presiones, en estos momentos esta de nuevo en tela de juicio la despenalización del aborto y próximamente el caso goberprecioso y Oaxaca entraran también a los dimes y diretes. Hace unas semanas los altos magistrados le dieron una patada en el trasero a la llamada “Ley Televisa” protegiendo indirectamente con esta decisión al sector político del duopolio televisivo, curándolo en salud de la dictadura mediática… La clase política mexicana se pregunta luego de la rebatinga y los raspones de la campaña publielectoral del año pasado: ¿Realmente nosotros gobernamos el país?.

En 1947 cuando la televisión en México daba sus primero pasos, fue encargado un proyecto de investigación al entonces Presidente de la Comisión de Televisión nalgadorsobo como se autodenominaba Salvador Novo y al Ingeniero González Camarena inventor de la televisión para color, ambos viajaron a EUA, Francia e Inglaterra para estudiar su sistema de transmision televisiva. En las conclusiones de dicha investigación propiciada por cierto a través de la iniciativa privada y no por el Estado, Novo se inclina hacia el sistema “monopólico” que rige a la televisión inglesa (La BBC, auspiciada a partir de recursos públicos con alto contenido educativo y cultural). Novo también critica a la televisión norteamericana por su carácter comercial, González Camarena por su parte recomienda a esta última por su gran calidad en imagen y lo pretexta argumentando un mayor nivel de entretenimiento para el publico. Este es un momento coyuntural en la historia de los medios masivos de entretenimiento en México pues definió por completo el perfil que ahora les conocemos.

Diariamente somos victimas de la agenda informativa propuesta por los notishows en sus teasears maquillados y conductitas con objeto de persuadirnos al consumo, pasandose los valores del periodismo por el arco del triunfo… Abundan los ejemplos: desde el linchamiento que se hizo del para ese entonces Jefe del Gobierno capitalino Cuauhtémoc Cárdenas el 7 de junio de 1999 (paradójicamente el día de la libertad de expresión en México) luego de que el sangrón (literalmente) conductor Paco Stanley muriera asesinado por el crimen organizado. Otro inolvidable caso de manipulación fue la cobertura del levantamiento armado de 1994 en Chiapas por parte del inefable cordero sistémico Jacobo Zabludovsky… En fin, este espacio no seria suficiente para enumerar las atrocidades que la dictadura mediática ha producido en la conducta de la nación aprovechándose de su ignorancia. Desde la antigua Tenochtitlán México ha sido un país de sometidos, desde entonces tambien ha sido la ambición y la explotación económica, religiosa, humana e ideológica los verdaderos catalizadores del movimiento social. La corrupción ha guiado a la historia de la manita mientras le agarra las chichis, la cachondea para maquillarla como novia ganosa de pueblo y hacerla digerible y justificada: ¿México siglo XXI?.

El magistrado se porto a la altura de las circuntancias, esperemos que no se desmorone provocando pena ajena como el IFE. Ahora por parte del poder legislativo existe la posibilidad de redimirse y proponer una nueva Ley sustentada en los intereses públicos y no en un puñado de concesionarios avaros que se mueren de ganas por llenar sus bolsillos con nuestras almitas. La fracción perredista hasta el momento ha resaltado seis puntos a discutirse dentro de esta nueva propuesta: 1. Constituir un órgano regulador autónomo, 2. Exigir el 12.5% de su tiempo aire para difundir mensajes del Estado, 3. Defensa de la Radio comunitaria e indígena, 4. Patrocinios para medios públicos, 5.Derecho de replica, 6. Regulación de contenidos. Esperemos que no solo quede en buenas intenciones y que por fin los mexicanos podamos acceder a una televisión digna.

En un capitulo de la irreverente serie canadiense de dibujos animado South Park, los llamados "Guardianes del buen lenguaje" explican que las groserías pierden su carácter transgresor al ser repetidas hasta el hartazgo, cuestión totalmente aplicables al léxico empleado en la televisión nacional, "chido" por ejemplo, que de tan recurrida dejo de ser naco para volverse cool, o "güey" que ahora mas bien es "wee" gracias a Big Brother y Adal Ramones principalmente. La televisión no es una caja idiota, los descerebrados son quienes la manejan, dice Rius que a la gente le gusta ver películas de charros y revira agriamente: “¿Cómo pueden escoger otra cosa si es lo único que ven?”. Urgen contenidos de calidad en los medios masivos y educación publica para exigirla… ¿Realmente es la clase política la que gobierna al país o es un un chimpancé lobotomizado jugando con el botón rojo nuclear?.